Es una de las principales fuentes de datos primarios para alimentar el sistema de estadísticas sociales y demográficas. El valor del Censo de Población, Hogares y Viviendas radica en la cobertura universal, lo cual permite identificar y cuantificar sucesos de muy baja frecuencia en la población (que no pueden ser captados a través de encuestas). Es además, la única herramienta que provee información desagregada territorialmente a nivel de áreas pequeñas.
Su objetivo es producir información correspondiente a un momento o período dado, que permita actualizar los datos sobre la dimensión, estructura, distribución territorial de la población y sus principales características socioeconómicas.
Responde a tres preguntas fundamentales:
¿Cuántos somos?: Conocer la cantidad de habitantes y su distribución por sexo y grupo de edades (estructura de la población).
¿Dónde estamos?: Conocer la distribución geográfica de la población, los hogares y las viviendas en el territorio nacional.
¿Cómo vivimos?: Conocer las principales características de los hogares y de las viviendas. Asimismo, conocer las características de la población en términos de edad, sexo, nivel educativo, ocupación, actividad económica entre otras características fundamentales.
Las unidades de observación son los residentes habituales del territorio nacional, los hogares, las viviendas particulares y las colectivas.